Nuevamente te he mirado
y vuelto a oler tu aroma
nueva mente me has gustado
enamorándome de tu persona.
Otra vez estás en mi camino
inherente parte de mi vida
¿a qué estás jugando destino?
¿por qué no nada más olvidas?
Quizá no comprenda el mensaje,
esta señal que tú me lanzas
quizá sea muy caro el peaje
de estas falsas esperanzas.
Sin embargo aquí me tienes
derrotado y de rodillas
sabiendo que no me convienes
forjando así mis pesadillas.